… a disfrutar de la riqueza que ya tenemos
Los ríos han sido el motor evolutivo de la mayoría de las ciudades en España. Mucho ha cambiado en el ultimo siglo.
Promoviendo su nueva función significa otorgar a la ciudad una riqueza que nos habíamos olvidado.
El “jardín” mas amplio de Sevilla es el Guadalquivir (canal Alfonso XIII) con sus orillas y sus aguas.
El Guadalquivir será la playa de Sevilla. Un lugar de disfrute para todos sus habitantes, un polo de atracción para un turismo sostenible y un ejemplo en el mundo de una ciudad en armonía con la naturaleza.
Un río limpio para el disfrute y alcance de todos hará que Sevilla sea la pionera de una nueva calidad urbana y redundará también en la generación de turismo respetuoso del medio ambiente.
El proyecto
El río Guadalquivir ha marcado la evolución de Sevilla y le ha dado su riqueza, y no hablamos de la riqueza del oro traído por los veleros subiendo el cauce desde el mar, sino la riqueza de tener un rio en el corazón de la ciudad, agua limpia al alcance de todos sus habitantes.
En el último siglo se ha construido la ciudad de tal forma que se ha encerrado progresivamente el río dentro de un recinto, creando una barrera entre hombre y río.
El Guadalquivir de hoy está dentro de un marco, una pintura que se mira a la distancia, casi no se puede tocar.
Pensamos que han llegado los tiempos para que el Guadalquivir vuelva a ser un símbolo de vida y riqueza para sus vecinos, un espacio vital disponible para todos.
Pensamos en un río limpio que cada sevillano pueda sentir con orgullo como su jardín, playa, su casa.
Un corazón natural que eleve la calidad de vida, estimule un turismo sostenible y sea un ejemplo en el mundo de sinergia entre humano y naturaleza.
Creemos en un proyecto de regeneración del río a partir de la creación de un biofiltro en el tramo mas alto del canal Alfonso XIII, conectado al norte con el cauce del Guadalquivir.
Este filtro limpia el recorrido fluvial urbano y nos devuelve aguas limpias, ricas de vida y disponibles para todos los ciudadanos.
Es un proyecto ambicioso, que requerirá un compromiso a lo largo de muchos años.
Un proyecto que tal vez para algunos suene demasiado lejano.
Por esto hemos diseñado un plan intermedio, que nos acerque a la idea de un río vivo, que muestre cuan cercana y realizable es esta propuesta y que funja de catalizador del entusiasmo de todas las personas.
Ese catalizador, esa chispa, es una piscina flotante. Una piscina pública anclada en la ribera del Guadalquivir, donde jugar, hacer deporte y vivir el río de manera directa.
Una piscina que nos vuelva a enseñar el placer de estar dentro de la naturaleza.
Una piscina que de inicio a un nuevo paisaje, donde Sevilla, sus habitantes y la naturaleza vuelvan a convivir armónicamente.
La piscina flotante sube el interés para la actividad deportiva y de ocio, valoriza la importancia del espacio fluvial y nos enseña a respectar el rio como bien de la comunidad. Todo esto con una modesta inversión.
nos encanta el agua y nos encanta Sevilla!